domingo, 6 de marzo de 2011

La campaña costará más de 6 millones y el Estado aporta como pocos

(Por Adrian Pecollo/Hugo Alonso) Cuando caiga el sol del próximo domingo las urnas revelarán el candidato radical para la gobernación rionegrina. A esa altura, entre seis y siete millones de pesos se habrán gastado para ganar una interna que pasará a la historia por el despliegue proselitista. 
¿Desde dónde están saliendo esos fondos? Nada nuevo aparece al recordar que la utilización de los recursos del Estado forma parte de un esquema habitual para el oficialismo en cada proceso electoral. Sin embargo, la apropiación de la estructura pública con fines partidarios nunca antes había sido tan evidente y despreocupada de toda sanción que pueda recibir de la sociedad.

Un ejército de porteros a disposición de un candidato, el uso de escuelas para reuniones políticas y la publicidad oficial incrementada sin control emergen como signos de esa distorsión. La violencia de las últimas horas –con el intento de saqueo a un depósito de Educación el viernes y los destrozos posteriores en locales de Bautista Mendioroz- terminan de configurar un escenario atípico para el oficialismo, donde aparecen por todas partes las evidencias de que hay mucho en juego y se intenta ganar a cualquier precio.

La proyección de César Barbeito se anida en la estructura de recursos y personal del Ministerio de Educación, que transformó a su plantel de porteros en una tropa de punteros desplegados con un propósito electoral.

Este presente no fue casual. Barbeito concentró su atención en la alineación del personal "no docente". Tanto es así que eso explica la rápida enemistad con el secretario general de UPCN, Juan Carlos Scalesi. El ministro no escatimó esfuerzos y medios para captar las voluntades de los porteros, que hoy conforman su mayor tejido proselitista (ver aparte).

En el 2005, Educación tenía una nómina general (ley 1844) de 3.498 agentes. Cinco años después, en agosto pasado, llegó a 4.516 cargos. Suman 1.018 nuevas designaciones. La suba superó el 29,1 por ciento. ¿Respondió a la apertura de nuevas escuelas? Sólo en parte. Los cargos docentes crecieron un 15 por ciento en igual período. La suba general del personal de la ley 1844 llegó al 20,9 por ciento.

Cifras y palabras

Según estimaciones de referentes del gobernador Saiz y del vicegobernador Mendioroz, la campaña costará entre seis y siete millones de pesos.

Desigual es la participación dentro de ese esquema de financiamiento.

Cuatro o cinco millones serán para la postulación de Barbeito, y unos dos millones para la de Mendioroz. Ante esas cifras, casi inexistente es la disponibilidad del "orgánico" Fernando Chironi, quien busca precisamente capitalizar el voto de aquellos afiliados e independientes que repudian las prácticas de sus oponentes.

La movilización para la elección del domingo requerirá unos dos millones. Cada taxi se está cotizando entre 350 a 400 pesos.

Hay aportes privados, pero el financiamiento mayor se origina en el Estado. Saiz y Barbeito tienen ventaja en el manejo de bienes y fondos públicos.

Hay real disparidad en "la caja". Por caso, Educación dispuso el año pasado un presupuesto ejecutado de 1.400 millones. El ministro, hoy candidato, no tiene mucho margen porque un 75 por ciento está concentrado en salarios, aunque puede asignar horas cátedras para distintos nombramientos. Aún así, el resto de los fondos disponibles totalizan 350 millones. Las otras áreas gubernamentales también colaboran en su campaña.

Hay filtraciones del Ejecutivo volcadas al accionar proselitista de Mendioroz, pero la Legislatura es su sostén principal. Ese Poder dispuso en el 2010 de un total de 120 millones, que administra el vicegobernador, pero con requerimientos generales por su condición de cuerpo colegiado. La disponibilidad –excluidos los salarios- no llegó a los 30 millones.

Para Educación, muy vaga es la frontera entre el Estado y los fines proselitistas. La promocionada presencia de Barbeito –aún su formalizada licencia- en los actos oficiales es una muestra. En este sentido, las formas se perdieron totalmente al redactarse la información oficial sobre el acto de inicio lectivo, el miércoles pasado en San Antonio. "Omitimos aclarar que el ministro está en uso de licencia", rectificó una gacetilla después de destacar en una anterior que Barbeito estuvo en la inauguración escolar.

En su actividad por el interior de la provincia tampoco hubo pruritos para aprovechar los bienes del Estado. El CEM 27 de Barda del Medio fue usado para un almuerzo político. Todo se describió en la gacetilla del candidato del 20 de enero.

Mendioroz eligió no tomar licencia. Su marcha se confunde entre acciones proselitistas e institucionales. Así, la publicidad oficial de la Legislatura desprecia límites. La representación del Parlamento se empalidece frente a la figura del vicegobernador en su posicionamiento electoral.

La candidatura del vice reúne a la mayoría de los dirigentes históricos de la UCR provincial, que buscan hoy cómo tolerar el impacto de confrontar contra quienes disponen del mayor porcentaje de recursos del Estado. "Es difícil batallar contra el aparato", ironizó esta semana un referente hoy marginado del acceso a los instrumentos económicos del Estado.

Es que el equipo de Barbeito atesora el mejor mecanismo clientelar. "Reparten más bolsones, colchones, becas, subsidios y aportes laborales", describen desde el sector de Mendioroz.

Una referencia que muestra nítida cuál es la preocupación principal para ganar la interna. Propuestas e ideas, muy pocas.

La puja se define con dinero y prebendas. Y allí no hay distinción entre dirigentes jóvenes o con trayectoria. Todos son duchos en el manejo del Estado para sus propósitos electorales.

Se aferran al manual de "la vieja política", esa que dicen querer renovar.
adrián pecollo

Fuente: Río Negro on-line

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