¿Qué fue a hacer Diego Maradona a la Venezuela de Hugo Chávez? No es una pregunta menor. Maradona ha sido el técnico del seleccionado argentino en su fracasada excursión a Sudáfrica 2010 por explícito pedido y necesidad del gobierno de Cristina Kirchner.Ahora mismo, se sigue trapicheando una nueva (¡y costosa!) posibilidad para que siga dirigiendo a ese equipo.Ya en Caracas, a la que llegó especialmente contratado por Chávez, Maradona le sirvió al hombre fuerte venezolano para hacerle de comparsa cuando anunció la ruptura de relaciones con la vecina Colombia. Al llegar a la capital venezolana, anunció que fue a ‘saludar‘ al presidente Chávez, para quien ‘el 10‘ mantiene una relación privilegiada.
Ya en 2004, Maradona se presentó en Mar del Plata para acompañar al venezolano y a Hebe Bonafini en la llamada ‘anti cumbre‘ de las Américas, coordinada por Luis D’Elía con la venia de Néstor Kirchner, justo para cruzar a los Estados Unidos cuando el presidente George Bush visitaba la ciudad atlántica argentina.
Ya en 2007, Maradona suscribió y cumplió con un contrato con Chávez para viajar a Caracas a respaldarlo y en esa oportunidad, medios periodísticos de la nación caribeña revelaron que el argentino había cobrado 300.000 dólares por su excursión. No se sabe cuánto puede haberle costado a Chávez este nuevo desembarco de ahora.
Las declaraciones de Maradona al llegar a Caracas estuvieron marcadas por sus preocupaciones de cara a su continuidad en la AFA. Dijo el ex jugador que fue a pedirle consejo a Chávez, pero que no iba a pedirle trabajo como técnico de la modesta selección local. ‘Vengo a pedirle consejo a mi amigo Chávez‘, se ufanó.
‘Andan diciendo que Maradona vino para finiquitar su incorporación a la Vinotinto (el nombre con la que se conoce, por el color de la camiseta, al seleccionadovenezolano), pero no hemos hablado nada de eso, él vino a hablar conmigo pero todavía no hemos hablado en firme de propuestas que él cargue‘, se había golpeado el pecho Chávez, feliz con la notoriedad mediática que supone la presencia del mito argentino.
Necsitado de darle una trascendencia supuestamente deportiva al operativo de llevarlo a Maradona, el jefe del régimen bolivariano se preguntó retóricamente ‘¿verdad que hizo tremendo trabajo al frente del equipo argentino?‘, se preguntó ante un auditorio de seguidores que respondió con un clamoroso ‘sí‘.
Desprovisto de escrúpulos a la hora de hablar cualquier cosa, Chávez se metió con el 4-0 que le propinó el seleccionado alemán al argentino, con una escabrosa justificación: ‘Y ese juego (partido) contra Alemania fue un juego de ésos de una mala tarde, dígame el gol ése, empezando al (sic) juego, eso es como si empezaras a boxear y sonara la campana y te dan un golpe y te caes a la lona‘, afirmó con su habitual finura de estadista.
No se quedó solo en eso el caudillo caribeño: aprovechando que lo tenía a Maradona a su servicio, le preguntó en público por el famoso gol de 1986 a los ingleses y consiguió hacerle decir: ‘la mano de Dios fue el segundo gol a los ingleses (sic), una pelota alta que la iba a coger el portero y yo hice que iba a darle con la cabeza y le metí el puño‘, se enorgulleció Maradona, que agregó: ‘cuando salgo corriendo para gritar el gol, miro al línea que va para el centro de la cancha y veo al árbitro que va para el medio de la cancha y yo dije abrácenme que es gol‘, siempre reivindicando la picardía de hace un cuarto de siglo, cuando tenia la mitad de la edad que ahora tiene.
Pero Maradona se equivocó en el orden de goles al equipo de Inglaterra en el Mundial México 86. Chávez, que de fútbol no sabe nada, consiguió confundirlo, porque el de ‘la mano de Dios‘ no fue el segundo gol a los ingleses sino el primero.
Dijo el diario ‘El Universal‘ de Caracas que ‘con la ’mano de Dios’ sudada de tanto dar apretones y la mejilla húmeda de tantos besos, Diego Maradona estuvo lejos de una cancha; las únicas pelotas que ha visto en Venezuela son para autografiarlas, pero ahora sí le quedó más claro lo que cuesta ser amigo del presidente de la República, Hugo Chávez, tras acompañarlo al acto de graduación de 319 licenciados de la Universidad Iberoamericana del Deporte, en el estado de Cojedes‘.
Maradona le cumplió en todo a Chávez, sin chistar. Invitado como si fuera un jefe de Estado al anuncio de la ruptura con Colombia, proclamó: ‘estoy con Chávez a muerte, permanentemente escuchándolo cómo defiende todas sus posturas. Me parece fantástico‘.Coherente con su defensa cerril de otro de sus auspiciantes más sólidos, Fidel Castro, que lo tuvo durante largos meses como huésped privilegiado en un ‘spa‘ de La Habana, Maradona dijo, entusiasmado, en Caracas que lo vio por televisión al octogenario líder comunista ‘muy lúcido, muy bien, en contra de lo que quieren los americanos (sic), que lo quieren ver muerto.
Esta muy vivo y eso me pone muy bien‘.Maradona opinó, además, sobre el ‘socialismo del siglo XXI‘ que impulsa Chávez en Venezuela y su decisión de romper relaciones diplomáticas con Colombia. Sin tener la mas pálida sospecha de lo que supone defender a la narco guerrilla colombiana de las FARC apoyada por Chávez, Maradona dijo ‘para mí es un orgullo poder estar al lado del presidente Chávez porque lucha por la gente, por el país, por sus ideales. Estoy con él a muerte, estoy con él permanentemente escuchándolo como defiende todas sus posturas y me parece fantástico‘, dijo. Fue en ese momento, en medio de un acto, transmitido en vivo por la omnipresente televisión estatal, cuando Chávez anunció el rompimiento de las relaciones diplomáticas con Colombia por ‘dignidad‘, tras quejarse de supuestas ‘nuevas agresiones‘ por parte del gobierno democrático del presidente saliente Álvaro Uribe.Pero Maradona, otra vez, salió en defensa de su compadre venezolano aunque, astuto, se cuidó también de eventuales reacciones perjudiciales para él (nunca se sabe) en el mercado colombiano: ‘la verdad que el pueblo colombiano no tiene la culpa, eso que quede bien claro‘, murmuró.
Maradona confunde siempre sus negocios con la política, o tal vez combina pragmáticamente ambas instancias. Cuando Chávez lo llamó para pedirle que viajara a Caracas, Maradona le contestó por teléfono la invitación, según el propio venezolano declaró, con esta frase: ‘está pago‘.
El lector que sigue esta columna hace más de diez años, sabe que está consagrada a la actualidad política y económica del país. No es una columna de fútbol. Ésta de hoy no lo es.
Maradona, Chávez y los Kirchner son cuestiones políticas, son temas de pura política.
Ya en 2004, Maradona se presentó en Mar del Plata para acompañar al venezolano y a Hebe Bonafini en la llamada ‘anti cumbre‘ de las Américas, coordinada por Luis D’Elía con la venia de Néstor Kirchner, justo para cruzar a los Estados Unidos cuando el presidente George Bush visitaba la ciudad atlántica argentina.
Ya en 2007, Maradona suscribió y cumplió con un contrato con Chávez para viajar a Caracas a respaldarlo y en esa oportunidad, medios periodísticos de la nación caribeña revelaron que el argentino había cobrado 300.000 dólares por su excursión. No se sabe cuánto puede haberle costado a Chávez este nuevo desembarco de ahora.
Las declaraciones de Maradona al llegar a Caracas estuvieron marcadas por sus preocupaciones de cara a su continuidad en la AFA. Dijo el ex jugador que fue a pedirle consejo a Chávez, pero que no iba a pedirle trabajo como técnico de la modesta selección local. ‘Vengo a pedirle consejo a mi amigo Chávez‘, se ufanó.
‘Andan diciendo que Maradona vino para finiquitar su incorporación a la Vinotinto (el nombre con la que se conoce, por el color de la camiseta, al seleccionadovenezolano), pero no hemos hablado nada de eso, él vino a hablar conmigo pero todavía no hemos hablado en firme de propuestas que él cargue‘, se había golpeado el pecho Chávez, feliz con la notoriedad mediática que supone la presencia del mito argentino.
Necsitado de darle una trascendencia supuestamente deportiva al operativo de llevarlo a Maradona, el jefe del régimen bolivariano se preguntó retóricamente ‘¿verdad que hizo tremendo trabajo al frente del equipo argentino?‘, se preguntó ante un auditorio de seguidores que respondió con un clamoroso ‘sí‘.
Desprovisto de escrúpulos a la hora de hablar cualquier cosa, Chávez se metió con el 4-0 que le propinó el seleccionado alemán al argentino, con una escabrosa justificación: ‘Y ese juego (partido) contra Alemania fue un juego de ésos de una mala tarde, dígame el gol ése, empezando al (sic) juego, eso es como si empezaras a boxear y sonara la campana y te dan un golpe y te caes a la lona‘, afirmó con su habitual finura de estadista.
No se quedó solo en eso el caudillo caribeño: aprovechando que lo tenía a Maradona a su servicio, le preguntó en público por el famoso gol de 1986 a los ingleses y consiguió hacerle decir: ‘la mano de Dios fue el segundo gol a los ingleses (sic), una pelota alta que la iba a coger el portero y yo hice que iba a darle con la cabeza y le metí el puño‘, se enorgulleció Maradona, que agregó: ‘cuando salgo corriendo para gritar el gol, miro al línea que va para el centro de la cancha y veo al árbitro que va para el medio de la cancha y yo dije abrácenme que es gol‘, siempre reivindicando la picardía de hace un cuarto de siglo, cuando tenia la mitad de la edad que ahora tiene.
Pero Maradona se equivocó en el orden de goles al equipo de Inglaterra en el Mundial México 86. Chávez, que de fútbol no sabe nada, consiguió confundirlo, porque el de ‘la mano de Dios‘ no fue el segundo gol a los ingleses sino el primero.
Dijo el diario ‘El Universal‘ de Caracas que ‘con la ’mano de Dios’ sudada de tanto dar apretones y la mejilla húmeda de tantos besos, Diego Maradona estuvo lejos de una cancha; las únicas pelotas que ha visto en Venezuela son para autografiarlas, pero ahora sí le quedó más claro lo que cuesta ser amigo del presidente de la República, Hugo Chávez, tras acompañarlo al acto de graduación de 319 licenciados de la Universidad Iberoamericana del Deporte, en el estado de Cojedes‘.
Maradona le cumplió en todo a Chávez, sin chistar. Invitado como si fuera un jefe de Estado al anuncio de la ruptura con Colombia, proclamó: ‘estoy con Chávez a muerte, permanentemente escuchándolo cómo defiende todas sus posturas. Me parece fantástico‘.Coherente con su defensa cerril de otro de sus auspiciantes más sólidos, Fidel Castro, que lo tuvo durante largos meses como huésped privilegiado en un ‘spa‘ de La Habana, Maradona dijo, entusiasmado, en Caracas que lo vio por televisión al octogenario líder comunista ‘muy lúcido, muy bien, en contra de lo que quieren los americanos (sic), que lo quieren ver muerto.
Esta muy vivo y eso me pone muy bien‘.Maradona opinó, además, sobre el ‘socialismo del siglo XXI‘ que impulsa Chávez en Venezuela y su decisión de romper relaciones diplomáticas con Colombia. Sin tener la mas pálida sospecha de lo que supone defender a la narco guerrilla colombiana de las FARC apoyada por Chávez, Maradona dijo ‘para mí es un orgullo poder estar al lado del presidente Chávez porque lucha por la gente, por el país, por sus ideales. Estoy con él a muerte, estoy con él permanentemente escuchándolo como defiende todas sus posturas y me parece fantástico‘, dijo. Fue en ese momento, en medio de un acto, transmitido en vivo por la omnipresente televisión estatal, cuando Chávez anunció el rompimiento de las relaciones diplomáticas con Colombia por ‘dignidad‘, tras quejarse de supuestas ‘nuevas agresiones‘ por parte del gobierno democrático del presidente saliente Álvaro Uribe.Pero Maradona, otra vez, salió en defensa de su compadre venezolano aunque, astuto, se cuidó también de eventuales reacciones perjudiciales para él (nunca se sabe) en el mercado colombiano: ‘la verdad que el pueblo colombiano no tiene la culpa, eso que quede bien claro‘, murmuró.
Maradona confunde siempre sus negocios con la política, o tal vez combina pragmáticamente ambas instancias. Cuando Chávez lo llamó para pedirle que viajara a Caracas, Maradona le contestó por teléfono la invitación, según el propio venezolano declaró, con esta frase: ‘está pago‘.
El lector que sigue esta columna hace más de diez años, sabe que está consagrada a la actualidad política y económica del país. No es una columna de fútbol. Ésta de hoy no lo es.
Maradona, Chávez y los Kirchner son cuestiones políticas, son temas de pura política.
Escrito por Pepe Eliaschev
InformativoHoy
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