Una ola delictiva con características muy poco comunes en la zona sigue sucediendo en Río Colorado, donde se registró un nuevo asalto a mano armada y a cara descubierta en una reconocida carnicería del barrio de Villa Mitre.El hecho ocurrió minutos antes de las nueve de la noche del jueves cuando los tres empleados de carnicería El Caldén, ubicada en plena avenida Italia y en un lugar transitado e iluminado a esa hora, se aprestaban a realizar las tareas habituales
uego del cierre de las persianas del local comercial.En medio de la limpieza y el recuento del dinero, los tres jóvenes trabajadores se vieron sorprendidos por dos personas que, con sus rostros tapados, ingresaron por una puerta trasera de edificio, gritando y amenazando.Mientras uno apuntaba a las personas con un arma de fuego, el otro se encargó de retirar la recaudación del día que, según datos extraoficiales, podría rondar los cinco mil pesos, para darse luego a la fuga por el mismo lugar en el que ingresaron.Según datos aportados por el comisario Héctor Gómez, titular de la Unidad 11 de esta ciudad, uno de los delincuentes, robusto y de aproximadamente un metro ochenta de altura, vestía un buzo azul con capucha y pantalón oscuro, mientras que el otro de altura similar pero más delgado, tenía pelo oscuro y vestía también ropa oscura.La conmoción del momento de máxima tensión que debieron vivir los empleados de la firma, dependiente de Pilotti SA, les impidió mayor celeridad para poder llamar a la policía, cosa que pudieron hacer varios minutos después, tras lo que se generó un gran despliegue de efectivos en la zona, incluso durante toda la madrugada, sin que hasta el momento se obtuvieran resultados positivos.“Esta es una cuestión que nos preocupa a todos y por eso insistimos en pedirle a la gente que nos avise cuando ve movimientos extraños o se encuentra con gente que no conoce, porque debemos hacer prevención ya que cuando el hecho se consumó el daño ya es irreversible”, dijo el titular de la U11, con un dejo de abatimiento en su voz.Es que en menos de quince días se produjeron dos hechos con características similares, como se recordará el ocurrido en una despensa de calle San Martín cuando un malviviente ingresó a cara tapada y blandiendo un arma que puso sobre la cabeza de una niña se llevó parte de la recaudación.Aunque pocos días después la pericia policial pudo determinar quién era el delincuente que, al ser menor, fue solamente notificado, ahora vuelve a producirse este evento con sesgos aún un poco más duros, ya que según el funcionario policial habría mediado un trabajo de inteligencia previo al atraco.También en los despachos policiales se tiene en cuenta otro hurto menor que se registró en la tarde del martes, cuando dos jovencitos, esta vez a cara descubierta, fueron cómplices en el robo de algún artefacto electrónico del local comercial Camilo Muebles, frente a la carnicería El Caldén, pero esta vez la modalidad fue la habitual de conversar uno con el empleado del negocio mientras el otro concretaba el robo de la estantería .De todas maneras, aunque la policía no lo descarta absolutamente, en principio no habrá relación entre estos episodios.“Este tema, insisto, es preocupante, pero yo confío en mi personal y en la gente, en la comunidad que nos va a dar una mano convocándonos antes que los hechos ocurran”, concluyó el comisario.
ACCION GREMIAL
Por su parte, la comisión directiva de la Asociación Empleados De Comercio de Río Colorado salió rápidamente a alertar a la comunidad sobre los asaltos a comercios sucedidos en estos últimos tiempos y particularmente por lo ocurrido este jueves.Además de solidarizarse con los trabajadores de la carnicería por tan difícil momento que les tocó vivir, informaron que la entidad gremial decidió estar en alerta y movilización hasta la próxima reunión del Consejo Directivo donde se determinarán nuevos pasos a seguir.
uego del cierre de las persianas del local comercial.En medio de la limpieza y el recuento del dinero, los tres jóvenes trabajadores se vieron sorprendidos por dos personas que, con sus rostros tapados, ingresaron por una puerta trasera de edificio, gritando y amenazando.Mientras uno apuntaba a las personas con un arma de fuego, el otro se encargó de retirar la recaudación del día que, según datos extraoficiales, podría rondar los cinco mil pesos, para darse luego a la fuga por el mismo lugar en el que ingresaron.Según datos aportados por el comisario Héctor Gómez, titular de la Unidad 11 de esta ciudad, uno de los delincuentes, robusto y de aproximadamente un metro ochenta de altura, vestía un buzo azul con capucha y pantalón oscuro, mientras que el otro de altura similar pero más delgado, tenía pelo oscuro y vestía también ropa oscura.La conmoción del momento de máxima tensión que debieron vivir los empleados de la firma, dependiente de Pilotti SA, les impidió mayor celeridad para poder llamar a la policía, cosa que pudieron hacer varios minutos después, tras lo que se generó un gran despliegue de efectivos en la zona, incluso durante toda la madrugada, sin que hasta el momento se obtuvieran resultados positivos.“Esta es una cuestión que nos preocupa a todos y por eso insistimos en pedirle a la gente que nos avise cuando ve movimientos extraños o se encuentra con gente que no conoce, porque debemos hacer prevención ya que cuando el hecho se consumó el daño ya es irreversible”, dijo el titular de la U11, con un dejo de abatimiento en su voz.Es que en menos de quince días se produjeron dos hechos con características similares, como se recordará el ocurrido en una despensa de calle San Martín cuando un malviviente ingresó a cara tapada y blandiendo un arma que puso sobre la cabeza de una niña se llevó parte de la recaudación.Aunque pocos días después la pericia policial pudo determinar quién era el delincuente que, al ser menor, fue solamente notificado, ahora vuelve a producirse este evento con sesgos aún un poco más duros, ya que según el funcionario policial habría mediado un trabajo de inteligencia previo al atraco.También en los despachos policiales se tiene en cuenta otro hurto menor que se registró en la tarde del martes, cuando dos jovencitos, esta vez a cara descubierta, fueron cómplices en el robo de algún artefacto electrónico del local comercial Camilo Muebles, frente a la carnicería El Caldén, pero esta vez la modalidad fue la habitual de conversar uno con el empleado del negocio mientras el otro concretaba el robo de la estantería .De todas maneras, aunque la policía no lo descarta absolutamente, en principio no habrá relación entre estos episodios.“Este tema, insisto, es preocupante, pero yo confío en mi personal y en la gente, en la comunidad que nos va a dar una mano convocándonos antes que los hechos ocurran”, concluyó el comisario.
ACCION GREMIAL
Por su parte, la comisión directiva de la Asociación Empleados De Comercio de Río Colorado salió rápidamente a alertar a la comunidad sobre los asaltos a comercios sucedidos en estos últimos tiempos y particularmente por lo ocurrido este jueves.Además de solidarizarse con los trabajadores de la carnicería por tan difícil momento que les tocó vivir, informaron que la entidad gremial decidió estar en alerta y movilización hasta la próxima reunión del Consejo Directivo donde se determinarán nuevos pasos a seguir.
Por Hugo Gonzalez Crespo - Río Colorado Noticias
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